Qué hago, por qué lo hago, a dónde quiero llegar y qué busco con cada actividad.
Eliseo Santoyo Teyes CBTis 226 Cd. Guzmán Jalisco.
Cada día desde hace 15 años me levanto temprano para llegar a tiempo a la escuela a impartir la clase –generalmente de matemáticas– supongo que es importante llegar temprano porque el alumno hace lo que ve hacer al profesor, no lo que el profesor dice, además creo que la puntualidad es un aspecto que da cuenta hasta del carácter de una persona, –supongo que el ejemplo arrastra–, inicio nombrando lista y luego reviso la tarea, a quienes hicieron tarea, les pongo una firma (en sello), trato de revisar en una ojeada si esta correcta o incorrecta la tarea. Luego planteo el tema del día, puede ser un problema, o la reflexión de un tema, o resolución de ejercicios, o una lectura, o incluso un video –de matemáticas– trato de seguir tres momentos en el desarrollo de una unidad,
- Actividades de apertura
- Actividades de desarrollo
- Actividades de cierre
A la par del desarrollo cotidiano de las actividades escolares generalmente y con todos los grupos se tienen actividades extracurriculares, por ejemplo, todos los alumnos deben realizar una obra de caridad al menos una ves por semana, en los últimos dos semestres esta “obra ha consistido en adoptar un abuelito” de tal modo, que cada semana cada alumno debe visitar por lo menos una hora a un ancianito de su comunidad, si se necesita y si el alumno puede y desea se le lleva medicina o alimento o ropa y como evidencia los alumnos deben mostrar video y escribir un relato a partir de las anécdotas que les refiera su abuelito adoptado.
En lo personal creo que de este modo se promueve la internalización de ciertos valores en los alumnos, -responsabilidad, compromiso, respeto, empatía solidaridad, entre otros- además se realiza una obra de rescate cultural de saberes de generaciones pasadas que muchas veces enriquecen a los jóvenes, la experiencia ha resultado muy gratificante, puesto que se ha notado la participación comprometida y entusiasta de los alumnos.
De igual modo me encanta asesorar jóvenes sobresalientes para los concursos de matemáticas, así hemos logrado 6 primeros lugares estatales, en concursos CONACIBA (Concurso Nacional de Ciencias Básicas), un primer lugar nacional, y otros primeros lugares en olimpiadas de matemáticas a nivel estatal, esta última actividad creo que me ayuda para crecer como profesionista en el área matemática, también me ayuda para reconocer de mejor manera los modos en como los alumnos recrean y se apropian de los conocimientos y desarrollan habilidades y también me ayuda a promover el gusto por el estudio de las matemáticas.
Todo lo anterior lo hago –inicialmente por necesidad o accidente– porque lo decidí como un compromiso para ganarme el sueldo de modo honesto con mi trabajo, pero en el transcurso de los años me ha llegado a gustar enormemente y he llegado a querer a mi profesión. Mis exalumnos me aprecian –lo evidencian cuando me invitan a sus fiestas, matrimonios, graduaciones, etc– y lo más importante “los veo ser exitosos”, muchos han terminado maestrías y doctorados en el país y en el extranjero y muchísimos más han estudiado licenciaturas y tienen un trabajo que les permite vivir dignamente y todo ello me llena de satisfacción.